miércoles, 3 de marzo de 2010

5 meses y parece ayer


Primi han pasado 5 meses, 5 duros meses para los que te seguimos queriendo más que nunca, 5 meses de duros días al pensar en tu sonrisa, 5 meses de preguntas sin respuestas, 5 meses de sonreír sin ganas, 5 meses de insomnio continuado, 5 meses de cambios difíciles de aceptar, 5 meses sin sonar el teléfono, 5 meses sin escuchar mi frase preferida, 5 meses sin el café con leche, 5 meses asustada, 5 meses sicotizada cada vez que tengo que salir con el coche, 5 meses intentado demostrar a la familia y amigos que podemos y debemos seguir porque los que te quieren, nos quieren, los que tenías cerca nunca nos han dejado de mostrar su cariño.
Solo por lo que la gente me quiere vale la pena seguir, sólo por las muestras de cariño y la gente que has puesto en mi vida vale la pena seguir, simplemente hay que seguir y intentar ser feliz llevándote siempre en el corazón, haciendo las cosas que hacía o haría contigo e invitándote a que seas parte de ellas.
Decir que algún día volverá a ser como antes es mentir, jamás volverá a ser como antes porque antes estabas tú, pero ahora es ahora nada tiene que ser como antes porque el tiempo no vuelve atrás.
He aprendido del dolor, de la desgracia, y he aprendido a saborear cada minuto que me cede la vida, he aprendido a que día que pasa no vuelve a que mi pena no es ni más pena ni menos por dejar de hacer unas cosas u otras.
ME HAS ENSEÑADO A REVIVIR, A REINVENTARME, ME HAS DADO TU FUERZA Y YO SIGO TU COMETIDO

A mis tíos, mis primos, mis padres, mis hermanos y mis sobrinos quiero dedicarles mis palabras, mis mejores sentimientos, mi vida, igual que ella lo hizo con cada uno de nosotros.
Os quiero y necesito que queráis seguir conmigo, que queráis seguir buscando la parte de felicidad que nos toca, porque la pena ya la tenemos.

Primi, desde ese mundo concedenos un ratito de tu tiempo cada día, entra en nosotros para que podamos sentir que estás ahí, y qué estás orgullosa de todos y cada uno de los que te recordamos con una sonrisa, tan grande como la tuya.

Días Falleros

Días falleros nena, ya han llegado.
No estoy yo últimamente muy católica a la hora de escribir, pues estos días me recuerdan mucho a ti. No tiene que ser fácil pasar estas fechas sin Marteta, de hecho, me voy fuera en cuanto termine de trabajar el 18, así cuando te tenga en mi cabeza no será con este entorno, pues me está costando mucho no sufrir estos días. Todo me recuerda a ti.
Sabes que a mi las fallas no me gustan apenas nada. Tú siempre me reñías y no entendías como no me podían gustar, pues no me gustan Marta, y ahora menos. De todas formas hemos pasado años y años saliendo en fallas, comprándonos porras de chocolate (que por cierto las últimas no veas como nos sentaron), pateando Valencia entera, metiéndonos en cualquier garito para comprarnos un cubalitro que compartir, yendo de verbena en verbena a ver dónde ponían más música pachanguera, y cuanto más cutre mejor. Son años y más años de fallas, y es difícil, hemos pasado muchas cosas en estas fechas, era cuando más nos veíamos, a mediodía para ver la mascletà, comíamos algo por ahí, íbamos a casa a ducharnos y arreglarnos y otra vez a la calle, hasta las tantas, aunque al día siguiente hubiese que currar nos daba igual, tú no perdonabas tu chocolate con churros del amanecer.
En fin amiga, que me voy unos días fuera y así la pena será menos pena.

Un beso