Días falleros nena, ya han llegado.
No estoy yo últimamente muy católica a la hora de escribir, pues estos días me recuerdan mucho a ti. No tiene que ser fácil pasar estas fechas sin Marteta, de hecho, me voy fuera en cuanto termine de trabajar el 18, así cuando te tenga en mi cabeza no será con este entorno, pues me está costando mucho no sufrir estos días. Todo me recuerda a ti.
Sabes que a mi las fallas no me gustan apenas nada. Tú siempre me reñías y no entendías como no me podían gustar, pues no me gustan Marta, y ahora menos. De todas formas hemos pasado años y años saliendo en fallas, comprándonos porras de chocolate (que por cierto las últimas no veas como nos sentaron), pateando Valencia entera, metiéndonos en cualquier garito para comprarnos un cubalitro que compartir, yendo de verbena en verbena a ver dónde ponían más música pachanguera, y cuanto más cutre mejor. Son años y más años de fallas, y es difícil, hemos pasado muchas cosas en estas fechas, era cuando más nos veíamos, a mediodía para ver la mascletà, comíamos algo por ahí, íbamos a casa a ducharnos y arreglarnos y otra vez a la calle, hasta las tantas, aunque al día siguiente hubiese que currar nos daba igual, tú no perdonabas tu chocolate con churros del amanecer.
En fin amiga, que me voy unos días fuera y así la pena será menos pena.
Un beso
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario